miércoles, 9 de abril de 2025

ESTOS TEXTO QUE ENCONTRAMOS DEBEMOS REFLEXIONARLOS SOBRE TAL O CUAL POETA EN ESTE CASO LO QUE DICE DE

LOS POETAS QUE ESCRIBIERON SOBRE LA GUERRA CIVIL EN ESPAÑA

(texto encontrado en alguna calle)

" La versión de Raúl González Tuñón (que con Neruda es el otro latinoamericano incluido en la antología de Cunningham, traducido por el gran etnomusicólogo inglés A. L. Lloyd, miembro del PC británico y también presente en España) es diferente. Cuenta que la última vez que vio a Lorca fue en Barcelona: "Ese mediodía fuimos a almorzar al restaurante Los Caracoles. No íbamos a volver a verlo. ¡Federico García Lorca! Se ha sabido después que a comienzos de julio de 1936, cuando Madrid se agitaba y había sido muerto un guardia de asalto republicano, Federico le dijo a Neruda, todavía cónsul en Madrid, cargo que ocupó hasta el levantamiento de Franco, pues fue relevado del mismo por adherir públicamente a la causa del pueblo español: ''Me voy a Granada en busca de tranquilidad, para escribir en paz una obra que he comenzado''. Y fue otra la paz que allá le esperaba.".

Al chileno y al argentino, la guerra les dejaría sendos libros. Neruda escribió España en el corazón, publicado por primera vez por Manuel Altolaguirre, quien había instalado una imprenta en el frente del Este, cerca de Gerona, con la ayuda de los soldados republicanos. 

Tuñón, en cambio, publicará La rosa blindada en Buenos Aires, gracias a la Federación Gráfica Bonaerense, en 1936. En el prólogo a la segunda edición, de 1962, él mismo se ocupa de explicar cómo fue que lo escribió: "Pasamos en Madrid casi todo el año 1935. Allí, un día, nos presentaron a Dolores Ibárruri, dirigente de Pro Infancia, entidad encargada de organizar la ayuda a los huérfanos de los mineros masacrados por las tropas moras y el Tercio Extranjero, por los ''galápagos de pellejo duro que no se ruborizan''. Ella nos puso al tanto de algunos hechos que habíamos conocido a través de cables escuetos y detalles de otros que ignorábamos, relacionados con el heroísmo y el martirio de los mineros asturianos". Entre los poemas que surgieron de esas informaciones estaba "La Libertaria", escrito a la memoria de Aída Lafuente. Años más tarde, Tuñón le contaría a Horacio Salas: "En plena guerra civil, a un centenar de escritores y periodistas de muchas partes del mundo nos invitaron al acto que iba a realizarse en un teatro, sobre la base de un muy variado espectáculo. Al final, un coro cantó mi poema ''La Libertaria'', y como te imaginarás, me causó una impresión enorme. En seguida marché hacia el escenario, porque no habían dado el nombre del autor de la letra y pensaba decirles que era yo. Estaba orgulloso, claro. Pero algo me iluminó, pues me limité a preguntar: ¿De quién es la letra de ''La Libertaria''?. Me contestaron: ''No lo conocemos, es un autor anónimo''. ¡Autor anónimo! ¡Qué te parece! Me encantó que lo pensaran y yo casi la embarro:
 ¡autor anónimo a los 32 años!".
TUÑÓN LA HISTORIA DE AQUELLA GUERRA, QUE AÚN HOY SE RESPIRA,  LE LLEVÓ A NUMEROS ARTÍCULOS, CRÓNICAS, Y POESÍA: VARIOS LIBROS, EL MEJOR LIBRO EN SU TOTALIDAD ASÍ LO PIENSAN Y PENSABAN ALGUNOS, ENTRE ESTOS, LA ESPOSA DEL POETA, NÉLIDA RODRÍGUEZ MARQUÉS
 LA MUERTE EN MADRID



LA ROSA BLINDADA, A LAS PUERTAS DEL FUEGO, 8 DOCUMENTOS Y EL QUE HA  EDITADO PILAR IGLESIAS NICOLÁS, EN 2007, EN Madrid.
POETA EN LA GUERRA CRONISTA PARA LA PAZ.


Otros poetas latinoamericanos escribieron sobre la Guerra Civil. Varios de ellos publicaron sus textos en 1937, el año en que fue bombardeado el pueblo de Guernica. Octavio Paz, por ejemplo, publicó en México su "Elegía", luego incluida en Libertad bajo palabra, de 1945. El cubano Nicolás Guillén publicó ese mismo año su Poema en cuatro angustias y una esperanza.

Más importante, sin duda, fue la obra que la guerra le inspiró al peruano César Vallejo. Había llegado a París en 1923, donde vivió y murió en la más extrema pobreza. Desde allí colaboraba para el diario El Comercio y para las revistas Variedades y Mundial. En 1926, con Juan Larrea, editó la revista Favorables. En 1930 fue expulsado de Francia por su militancia política. Emigrado a España, al cabo de dos años volvió a París. Pero llegó la guerra y en 1936 regresó a España, donde un año más tarde los soldados del ejército republicano del Este publicaron los quince poemas que componen España, aparta de mí ese cáliz. A la caída de Barcelona, el libro fue destruido y sólo se haría conocido en la edición mexicana de 1940.

Se trata, probablemente, de algunos de los mejores textos escritos en castellano sobre la Guerra Civil española. En esos textos el autor de Trilce (1922), logró poner muchos de sus extraordinarios descubrimientos prosódicos al servicio de algunas de sus mayores obsesiones: el amor fraterno, la libertad, la reivindicación de la justicia y los derechos humanos, la conciencia del dolor ajeno, temas que, con extrema ligereza, la posmodernidad suele caracterizar como ingenuos.

Otros dicen, EJEMPLO OCTAVIO PAZ, 

la carte de OCTAVIO PAZ, publicada en el libro POETA EN LA GUERRA Cronista para la paz, Raúl González Tuñón

Una carta de Octavio Paz

Me alegra que se hubiese reunido con aquel trabajo de mi juventud sobre la poesía de Raúl Gonzáles Tuñón y las formas populares del romance. Aún esta viva en mi memoria la tarde en que lo conocí, en julio de 1937, en Madrid. Me lo presentó mi compatriota Siqueiros, en las vísperas del Congreso de Escritores para la Defensa de la Cultura. Él ya era un consagrado y me impresionó ese hombre suave y firme, que había escrito los más encendidos poemas sobre el pueblo español. Recuerdo haberlo oído leer "La libertaria", ese poema en el cual todos los oficios de España confluyen como en un rezo. Para esa generación escribir poesía combativa era escribir a la sombra de Raúl González Tuñón, es el Rubén Darío de la poesía social y no cometo una herejía si afirmo que España en el Corazón de Neruda y España aparta de mi este cáliz, de Vallejo no hubieran podido ser sin "La Rosa blindada". Neruda lo reconoció con todas las letras y Vallejo hubiese hecho otro tanto si la muerte no lo hubiese sorprendido en París, en 1938.

Desconozco su restante producción pero recuerdo que Luis Cernuda me dijo que era también un importante poeta lírico.Todo me aleja de aquellos años, pero en mi biblioteca guardo "La Rosa Blindada" porque es un hito. Lo saluda,
Octavio Paz

No hay comentarios:

Publicar un comentario